CONTAMELO VERDE

Continuamos con nuestros relatos en tierras cordobesas.

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Hace algunos años visitamos San Marcos Sierras y una de las cosas que llamó nuestra atención algunos kilómetros antes de llegar fue la gran presencia de bolsas de nylon en la ruta y alrededores. Cuando consultamos al respecto nos informaron que provenían del basurero perteneciente a Capilla del Monte. Y que si mirábamos con atención podríamos verlo claramente desde la ruta.

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Con este recuerdo en mente, nos propusimos rastrearlo nuevamente y hacerle una visita. La verdad es que lo encontramos en el mismo lugar en el que lo dejamos aquella vez. No obstante, algunas cosas habían cambiado: el alambrado perimetral que da a la ruta contaba con mucha vegetación plantada (a modo de cerco "verde" o vivo); la entrada al predio era fácilmente distinguible gracias a una garita verde y blanca y su esperable barrera baja; y si bien desde la ruta resultaba difícil distinguir la basura a cielo abierto como la vez anterior, sí podía verse con mucha facilidad la "montaña de chatarra" acumulada.

 

Lamentablemente nuestra visita se limitó a esta simple revisión ocular, ya que la poca amabilidad de la Sra. que montaba guardia en la garita y la casi nula hospitalidad de un perro del lugar, no nos permitieron el ingreso y realizar un recorrido más interesante.

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Según los dichos, el predio es propiedad privada y no se puede ingresar ni fotografiar. Tal vez un dron nos permitiría eludir esto, pero aún estas mejoras no se encuentran a nuestra disposición. De modo que tuvimos que valernos del mejor punto de observación externo y del valiosísimo zoom de nuestra cámara. Dicha ecuación dio como resultado una imagen bastante limpia de la "montaña de chatarra".

 

Mi abuela solía decirme que "para muestra alcanza con un botón". Y en este sentido, y hasta que se nos permita recorrer el predio, nos afirmaremos a nuestra imagen para señalar cómo son tratados los residuos. En esa "zona de chatarra" -como reza el cartel- resulta muy notorio lo que llamaremos "el mezcladito", un rejunte de cartones, plásticos de todo tipo y neumáticos (aunque seguramente haya más cosas!). Esta mala disposición de los residuos nos permite suponer que continuamos ante la presencia de un basural a cielo abierto y sin tratamiento alguno.

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Ha llegado el momento en el que los márgenes están demasiado ajustados. Ya no podemos seguir barriendo debajo de la alfombra. Es momento de comprender que nuestras acciones modifican y contaminan y que nuestra contaminación nos perjudica.

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La mala disposición de los residuos y/o un mal tratamiento de los mismos contamina el suelo, el agua y el aire. No hay discusión alguna al respecto. De hecho, detrás del dióxido de carbono, el gas que más contribuye al calentamiento global es el metano, proveniente en grandísima medida de nuestra basura.

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Esperemos que el otro cartel presente en el predio en cuestión, y que lamentablemente no pudimos leer con claridad, pero que decía algo así como aquí se construirá... sea relativamente nuevo o esté a punto de concretarse.