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Un enemigo que no se ve, no se huele ni tiene sabor

11 de mayo de 2018 - Por Damián Morán

El diario La Nación publicó una nota que aborda una problemática muchas veces desconocida: la contaminación por arsénico del agua que much@s tomamos a diario.

El arsénico es una de las diez sustancias más perjudiciales para la salud que existen y puede ingresar al organismo a través del consumo de bebidas y alimentos contaminados (esto incluye el riego de cultivos y la cocción de los alimentos). La exposición prolongada a estas fuentes puede causar enfermedades, que van desde el cáncer y la anemia hasta los problemas de la piel. Asimismo, por sus propias características, la única manera de detectar la presencia de arsénico es a través de un análisis de agua.

De esta forma, el Departamento de Ingeniería Química del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA) se abocó a recepcionar y analizar muestras de agua, de consumo o uso agropecuario, de 207 lugares del país. Los resultados obtenidos fueron informados a los respectivos lugares de procedencia y volcados en un mapa online (http://www.nutrired.org/agua/) en el que fueron organizados por colores, dependiendo de la concentración presente de dicha sustancia: Verde = -10 mcg/l (nivel guía recomendado por la Organización Mundial para la Salud -OMS-); Amarillo = 10-50 mcg/l y Rojo = +50 mcg/l (nivel en el que para la OMS existe evidencia de efectos adversos).

Por lo que señala la nota, la Secretaría de Infraestructura y Política Hídrica del Ministerio del Interior, Obras Públicas y Vivienda estaría por lanzar un estudio epidemiológico nacional (financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo -BID-) para determinar el impacto sanitario del consumo de aguas con arsénico, lo que incluirá un mapa de riesgo oficial.

Más  información:

Cobertura La Nación

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