Saber de qué se trata y por muchas plantas más
17 de mayo de 2018 - Por Damián Morán
En un momento complicado para el reciclaje y la recuperación de residuos, producto de la modificación de la Ley N° 1854 (Basura Cero) en la Ciudad de Buenos Aires, que abrió el camino a la incineración de residuos (aunque con valorización térmica), el Gobierno de la Ciudad abrió las puertas de su planta de reciclaje ubicada en Villa Soldati, brindándonos la posibilidad de conocer y apreciar más acabadamente en qué consiste la tarea de recuperar recursos y materiales a partir de los residuos. Esta planta se ubica en un predio de seis hectáreas y tiene una capacidad de reciclaje de unas 2.500 toneladas diarias de residuos. Entre los residuos que procesa se encuentran: áridos, provenientes de las obras y volquetes; poda; orgánicos (de restaurantes, hospitales y hoteles de la Ciudad); papel; cartón y plástico.
Cuenta también con un Centro Verde que tiene automatizada la separación de papel, cartón, hierro, botellas PET, vidrio y plástico, y se encuentra operado por la Cooperativa Alelí. Esta Cooperativa agrupa a más de 200 personas, de las cuales unas 80 desempeñan tareas en la planta en dos turnos de seis horas.
Abrir las plantas a la ciudadanía es un paso más hacia la toma de conciencia de la importancia fundamental que tiene la separación de residuos en origen. Porque el cuidado del medio ambiente -y lo diremos en términos muy vulgares- no se trata sólo de proteger ballenas y osos polares, implica el cuidado del medio en el que vivimos, de aprovechar determinadas situaciones para generar empleo y proteger y ahorrar recursos.
Porque como ha señalado Joan Marc Simon(*) “(...) no podemos decir que los residuos sean un resultado de la estupidez humana, sino al contrario, de nuestra inteligencia. Efectivamente, los residuos son uno de los productos derivados de haber diseñado una sociedad dependiente del consumo de cantidades ingentes de recursos energéticos y materiales y además de haberla diseñado siguiendo un proceso lineal.” De aquí la importancia de incorporar mejores hábitos, y más racionales, para vivir y convivir de manera más saludable.
Por supuesto que no alcanza con los esfuerzos individuales. Es necesario un compromiso mayor, tanto público como privado, que encauce, catalice y potencie todas las acciones.
Felicitamos por esta decisión y esperamos que muchas más plantas como ésta se construyan y abran en todo el país.
Más información:
(*) Marc Simon, Joan (2017): "Residuo cero. Cómo reactivar la economía sin cargarse el planeta", Kaicron, España, pp. 15 y 16.