Día Internacional de la Biodiversidad
22 de mayo de 2019 - Por Damián Morán
Hoy se celebra el Día Internacional de la Biodiversidad y en el mes de diciembre se cumplirán 26 años de la entrada en vigor del Convenio sobre Diversidad Biológica (CDB) (firmado el 5 de junio de 1992 y en vigor desde el 29 de diciembre de 1993).
En el Convenio se define a la "biodiversidad" o "diversidad biológica" como "(...) la variabilidad de organismos
vivos de cualquier fuente, incluidos, entre otras cosas, los ecosistemas terrestres y marinos y otros ecosistemas acuáticos y los complejos ecológicos de los que forman parte; comprende la diversidad dentro de cada especie, entre las especies y de los ecosistemas." Resulta clara la importancia que esto tiene para la vida del ser humano sobre el planeta. De la buena salud de los ecosistemas depende y dependerá nuestra sobrevivencia como especie. Muchos cometen el error de restarle importancia o considerarlo como un tema accesorio, pero lo cierto es que los cimientos de nuestras economías, de nuestra seguridad alimentaria, nuestra salud y calidad de vida en todo el mundo dependen de ello. Tal vez por estas razones, el CDB definió sus objetivos como "la conservación de la diversidad biológica, la utilización sostenible de sus componentes y la participación justa y equitativa en los beneficios (...)"
Ahora bien, a pesar de que, como señalamos, en diciembre próximo se cumplirán 26 años de vigencia de dicho Convenio, la realidad nos muestra lo mal que hemos hecho las cosas.
Hace pocas semanas la "Plataforma Intergubernamental Científica y Política sobre Diversidad Biológica y Servicios del Ecosistema" (IPBES, por sus siglas en inglés) presentó (entre el 29 de abril y el 4 de mayo en París) el informe más completo sobre esta cuestión. Y sus resultados han sido alarmantes.
IPBES fue establecida en 2012 y es un órgano intergubernamental independiente que busca establecer un puente entre ciencia y políticas públicas, a los efectos de fortalecer la interfaz científico-normativa entre la diversidad biológica y los servicios de los ecosistemas para su conservación y utilización sostenible, el bienestar de los seres humanos a largo plazo y el desarrollo sostenible.
Como corolario de su labor (que demandó tres años e incluyó a más de 450 investigadores, que trabajaron con 15.000 informes científicos y gubernamentales), el IPBES ha alertado que la humanidad se enfrenta a la posibilidad concreta de una extinción masiva en la que alrededor de 1.000.000 de especies animales y vegetales (de un total estimado de 8.000.000) se encuentran en riesgo. Así también, identificó los cinco impulsores directos en el cambio del medio natural con los mayores impactos: (en orden descendente) (1) cambios en el uso de la tierra y el mar; (2) explotación directa de organismos; (3) cambio climático; (4) contaminación y (5) especies exóticas invasoras. Como puede verse, el ser humano tiene plena responsabilidad ante esta situación, que incluso empeora si se tienen en cuenta impulsores indirectos como: el aumento de la población y el consumo per cápita; la innovación tecnológica y temas de gobernabilidad y rendición de cuentas.
A continuación transcribimos otros hallazgos del extenso informe:
- El 75% del medio ambiente terrestre y alrededor del 66% del medio ambiente marino han sido alterados significativamente por las acciones humanas.
- Más de un tercio de la superficie terrestre del mundo y casi el 75% de los recursos de agua dulce ahora se dedican a la producción agrícola o ganadera.
- El valor de la producción agrícola ha aumentado en aproximadamente un 300% desde 1970, la extracción de madera en bruto ha aumentado en un 45% y cada año se extraen en todo el mundo aproximadamente 60.000 millones de toneladas de recursos renovables y no renovables, casi el doble desde 1980.
- La degradación de la tierra ha reducido la productividad del 23% de la superficie terrestre global, hasta los U$S 577 mil millones en cultivos anuales están en riesgo por la pérdida de polinizadores y entre 100 y 300 millones de personas tienen un mayor riesgo de inundaciones y huracanes debido a la pérdida de hábitats costeros y protección.
- En 2015, el 33% de las poblaciones de peces marinos se estaban capturando a niveles insostenibles; el 60% se pesca de forma máxima sostenible y sólo el 7% se captura en niveles inferiores a los que se pueden capturar de forma sostenible.
- Las áreas urbanas se han más que duplicado desde 1992.
- La contaminación plástica se ha multiplicado por diez desde 1980; unas 400 millones de toneladas de metales pesados, solventes, lodos tóxicos y otros desechos de instalaciones industriales se descargan anualmente en las aguas del mundo y los fertilizantes que ingresan a los ecosistemas costeros han producido más de 400 "zonas muertas" en los océanos.
- La abundancia promedio de especies nativas en la mayoría de los principales hábitats terrestres ha disminuido en al menos un 20%, principalmente desde 1900.
- El número de especies exóticas invasoras por país ha aumentado en un 70% desde 1970, en los 21 países con registros detallados.
- El consumo mundial per cápita de materiales aumentó un 15% desde 1980.
- Más del 85% de los humedales presentes en 1700 se habían perdido para el 2000; la pérdida de humedales es actualmente tres veces más rápida, en términos porcentuales, que la pérdida de bosques.
- La población humana global ha aumentado un 105% (de 3.7 a 7.6 mil millones) desde 1970 de manera desigual en todos los países y regiones.
- El PBI per cápita en los países desarrollados frente a los menos desarrollados es 50 veces más alto.
- Se calcula que los conflictos por combustibles fósiles, agua, alimentos y tierras que ocurren actualmente en todo el mundo superan los 2500.
- Más de 1000 activistas ambientales y periodistas han sido asesinados entre 2002 y 2013.
- Se estima en un 70% la proporción de medicamentos contra el cáncer que son productos naturales o sintéticos inspirados en la naturaleza.
- Alrededor de 4 mil millones de personas dependen principalmente de las medicinas naturales.
- Unas 821 millones de personas se enfrentan a la inseguridad alimentaria en Asia y África.
- El 40% de la población mundial no tiene acceso a agua potable, limpia y segura.
- Más del 80% de las aguas residuales globales son vertidas sin tratamiento al medio ambiente.
Mucho es lo que resta por hacer y si no se realizan cambios substanciales y rápidos, los escenarios resultan trágicos y peligrosos para nuestra existencia.
Fuentes consultadas: Convenio sobre la Diversidad Biológica; Infobae; ONU; IPBES.