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¿Una "minería urbana"?

19 de septiembre de 2018 - Por Damián Morán

En el momento actual de auge de consumo tecnológico y de cultura de “use y tírelo”(1), se pierde de vista el consumo intensivo de materiales y energía que la producción/fabricación implica.


Sólo por mencionar algunos ejemplos, señalaremos que: para la fabricación de una PC de escritorio con un tubo de rayos catódicos de 17 pulgadas, se precisan al menos 240 Kg de combustibles fósiles, 22 Kg de productos químicos y 1.500 Kg de agua.(2) En la extracción y aprovechamiento de una roca aurífera con unas 10 partes por millón (o gramos por tonelada), por cada 10 gramos de oro puro extraído se desecharían 999.990 gramos de roca ácida lixiviada con cianuro; más todos los consumos de m3 de agua, KW de energía y otros recursos, a lo que debería sumársele los residuos de los ciclos asociados a dicha producción (industrialización, distribución, comercialización, uso y disposición final) y los impactos y pasivos sociales y ambientales consecuentes.


Es aquí donde la era TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) plantea el dilema de cómo continuar con su abastecimiento, más aún cuando se registran prospecciones mineras de agotamiento de ciertos metales y de escasez futura. Cuestión que incluso desarrolla movimientos geopolíticos estratégicos y la aparición de conflictos bélicos y económicos entre países, del mismo modo que la ideación y diseño de alternativas llamativas como la minería espacial o submarina a grandes profundidades(3).


En el cuadro que aparece al final puede observarse cómo ha crecido la extracción de recursos entre 1980 y 2010, y su proyección hasta 2030.
 

Lo paradójico, asimismo, de la cultura del “use y tírelo” es que conduce a una “minería inversa”, al “(re)”enterrarse o incinerarse (perdiéndose) metales como estaño, aluminio, hierro, oro, plata y diversos plásticos (que no son otra cosa que petróleo industrializado). A lo que se asocia, la dispersión, en suelo, aire y acuíferos, de sustancias riesgosas y/o tóxicas producto de los descartes realizados en sitios no aptos o a través de quemas, poco o no controladas. 


Por estos motivos, se ha comenzado a hablar de una “Minería urbana” o “Minería de pos-consumo y reciclado”. Ello apunta, ni más ni menos, que a una industria del recupero-reciclado posindustrial y pos-consumo, que se enmarca en la concepción de “Economía Circular” (este concepto lo hemos tratado en otro artículo).


“A fin de cuentas, las propiedades físicas y químicas son las mismas, pero los costos serán menores para reciclar que los crecientes costos energéticos, ambientales y sociales de la minería del subsuelo.”(4)
Varios datos permiten ilustrar mejor la importancia de dicha “minería”:


Según estimaciones del “Observatorio de los Residuos Electrónicos – 2017”(5) el valor total de todas las materias primas presentes (y sólo éstas) en las 44.700.000 toneladas de desechos electrónicos producidas en el año 2016 en el mundo, ascendería a los 55 mil millones de euros aproximadamente.


De una PC podría recuperarse y valorizarse un 93% de la misma: 53% correspondería a metales como hierro, cobre y aluminio; 22% a vidrio y otro 22% a plásticos, más una pequeña cantidad de metales preciosos. Sólo un 7% de sus componentes sería no recuperable y de éstos, un 3% correspondería a residuos contaminantes.
Por su parte, un celular podría ser recuperado en un 90%: algunos registros señalan que podría obtenerse un 45% de plástico, un 20% de cobre, un 20% de metales como aluminio y oro y un 5% de litio. Mientras otros, por cada millón de teléfonos: 35.000 libras
(6) de cobre, 772 de plata, 75 de oro y 33 de paladio.(7)


Existen en la actualidad casos exitosos a nivel mundial de recupero de RAEE: Por ejemplo: Suiza y Noruega llegan a un nivel de recupero del 74%; Suecia al 69% y Finlandia e Irlanda, al 55%(8). Estas experiencias han permitido, a los países que las pusieron en práctica, afrontar la escasez o los altos costos de recursos naturales y materias primas estratégicas, y ello mediante la implementación de regulaciones, normativas, políticas, buenas prácticas, financiamiento de investigaciones, incentivos e impulsos económicos.

Notas:

 

(1) Evoca el título del libro: GALEANO, EDUARDO (2006): “Use y tírelo. El mundo visto desde una perspectiva latinoamericana”, Booket, Argentina.


(2) WILLIAMS, ERIC, KUEHR, RUEDIGER: “Computers and the Environment, understanding and managing the impacts”. En GREENPEACE (2011): “Basura informática. La otra cara de la tecnología”, Campaña Basura Electrónica, abril [https://es.calameo.com/read/004068178d33b422a9386]. Última consulta: 03 de abril de 2018.


(3) Para más información ver: 1) s/a (2013): “Minería espacial al alcance de la mano”, National Geographic, 24 de enero [http://www.nationalgeographic.es/espacio/mineria-espacial-al-alcance-de-la-mano]. Última consulta: 11 de abril de 2018; 2) s/a (2012): “El fundador de Google y el director de Titanic se juntan en una empresa de “minería espacial””, Clarín, 25 de abril [https://www.clarin.com/empresas-y-negocios/larrypage-james-cameron-asteroides_0_S1AMD6E2vXx.html].Última consulta: 11 de abril de 2018; 3) KROM, ANDRÉS (2017): “Al infinito y más allá: La minería busca su futuro en los asteroides y en el fondo del mar”, La Nación, 8 de noviembre [https://www.lanacion.com.ar/2080155-al-infinito-y-mas-alla-la-mineria-buscasu-futuro-en-los-asteroides-y-en-el-fondo-del-mar]. Última consulta: 11 de abril de 2018; 4) SHUKMAN, DAVID (2014): “La fiebre del oro llega al fondo del mar”, BBC Mundo, 28 de abril [http://www.bbc.com/mundo/noticias/2014/04/140428_ciencia_acuerdo_primera_mina_submarina_np]. Última consulta: 11 de abril de 2018; 5) JIMÉNEZ, JOSÉ LUIS (2017): “España se suma a la fiebre de la minería submarina”, ABC Sociedad, 23 de abril [http://www.abc.es/sociedad/abci-espana-suma-fiebremineria-submarina-201704222016_noticia.html]. Última consulta: 11 de abril de 2018.

(4) FERNÁNDEZ PROTOMASTRO, GUSTAVO (2013): “Minería urbana y la Gestión de los Residuos Electrónicos”, Buenos Aires, 1era. Edición, Grupo Uno, ISALUD, ISBN 978987-29862-1-6., p. 20.

(5) BALDÉ, C.P., FORTI V., GRAY, V., KUEHR, R., STEGMANN, P.: “Observatorio de los Residuos Electrónicos – 2017”, Resumen Ejecutivo, Universidad de las Naciones Unidas (UNU), Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) y Asociación Internacional de Residuos Sólidos (ISWA), ISBN (versión electrónica) 978-92-8089054-9, ISSN 2522-7033, Bonn/Ginebra/Viena. 


(6) Una libra equivale a 0.453592 Kilos. La referencia es nuestra.


(7) En CANNILLA, FLAVIO (editor general) (2018): “Quién es quién. Sustentabilidad. La historia de tus cosas. Origen, utilidad y descarte”, Buenos Aires, El Cronista, Edición Especial, corresponde a la edición Nº 33.057, p. 21.


(8) Según datos mencionados por MAS FARBIARZ, ALEJANDRA (2018): “Publicado un informe sobre tendencias de los RAEE a nivel mundial”, Terraqui, Artículos de actualidad del derecho ambiental, 08 de enero, [http://www.terraqui.com/blog/actualidad/publicado-un-informe-sobretendencias-de-los-raee-nivel-mundial]

 

(9) Fuente: ORGANIZACIÓN PARA LA COOPERACIÓN Y EL DESARROLLO ECONÓMICOS (OCDE). En el sitio web de: OVACEN. PERIODISMO AL DETALLE. [https://ovacen.com/economia-circular/]. Última consulta: 27 de abril de 2018.

Crecimiento de la extracción de recursos desde 1980 hasta 2010 (y proyección 2010-2030) (9)

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